Durante los siglos XIX y XX, y tras ardua lucha, las mujeres fueron aceptadas como médicos.
Desde la más remota antigüedad habían sido consideradas como sanadoras; probablemente hubo mujeres que practicaban la medicina en la antigua Sumeria, en Babilonia, Egipto, Grecia, Roma y America precolombina. En la edad media la principal actividad médica de la mujer era la de partera, pero hubo también mujeres médico que ejercieron de forma más o menos encubierta: en su mayoría eran esposas o hijas de cirujanos de las clases más bajas, también en las órdenes religiosas cristianas las mujeres atendieron a los enfermos durante todo el período medieval.
Aunque puede observarse el papel desempeñado por la mujer en ña medicina a lo largo de la historia, puede notarse asimismo que sus actividades contaron muchas veces con la desaprobación, sino con el antagonismo, de la gente, y no sólo de los médicos.
Desde la más remota antigüedad habían sido consideradas como sanadoras; probablemente hubo mujeres que practicaban la medicina en la antigua Sumeria, en Babilonia, Egipto, Grecia, Roma y America precolombina. En la edad media la principal actividad médica de la mujer era la de partera, pero hubo también mujeres médico que ejercieron de forma más o menos encubierta: en su mayoría eran esposas o hijas de cirujanos de las clases más bajas, también en las órdenes religiosas cristianas las mujeres atendieron a los enfermos durante todo el período medieval.
Aunque puede observarse el papel desempeñado por la mujer en ña medicina a lo largo de la historia, puede notarse asimismo que sus actividades contaron muchas veces con la desaprobación, sino con el antagonismo, de la gente, y no sólo de los médicos.